domingo, 23 de marzo de 2008

Un futbolista menos

El otro día, paseaba yo por Madrid y me encontré una escena que me hacía entender que en el mundo debe de haber un futbolista menos, que ha colgado sus botas para dedicarse a otra actividad...

Esto presenta muchas dudas más que soluciones: el hecho de que estén colgadas en un cable telefónico (buena elección, en un cable eléctrico sería más arriesgado), ¿es un síntoma de que se va a dedicar a las telecomunicaciones?
Qué pasará con los usuarios de esa línea, ¿oirán de vez en cuando ¡Gol! en medio de sus conversaciones?
Probablemente nunca lo sabremos...

Esto se une al caso del futbolista cojo, que simplemente abandonó su zapato sobrante en la calle:


Hay que desearle todo tipo de venturas en su nueva situación. Claro que también podría ser un caso de un futbolista cojo invisible, como otro caso que igual ya conocéis.

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