miércoles, 16 de abril de 2008

Todo comenzó con un paseo por el retiro

Un poco antes de la llegada técnica de la primavera, estaba yo retratando la primavera madrileña con unos amigos y recogiendo muestras de que realmente existen árboles que se doblan pero no se parten, quedándose como testimonio permanente de la dirección del viento

cuando llegué a este rincón del Retiro madrileño donde existe un pequeño canal donde nadan patos o navegan barcos

con cuidado, eso sí, porque al final se termina en una cascada, que a mi me recuerda a la decoración grutesca o los jardines ingleses, pero que alguien más entendido ya comentará

Y aquí fue cuando se me ocurrió: ¡esto me recuerda a algo! La cascada es muy parecida a la que se encuentra al final del desafío por agua.

pero se puede observar fácilmente una diferencia: rectangularidad. Y ahí fue donde de repente me di cuenta: mi oficina es demasiado rectangular.

En un caso claro de no saber qué fue primero (el gallo o la gallina), no sé si esto refleja que tópico de que el edificio lo han diseñado ingenieros o que se ha diseñado rectangular para que los ingenieros se sientan más cómodos en su interior.

Yo no estoy de acuerdo con la apreciación de que "todos los ingenieros son cuadriculados", y desde luego mi oficina no hace nada por mejorarlo, me temo. No sólo es el recorrido de los desafíos por agua y los edificios, es que también las macetas

e incluso los bancos decorativos

son absolutamente cuadriculados. Y el diseñador artístico, como dando a entender la primacía de la forma cuadrada, dejó reservada una forma más redondeada para

efectivamente, los cubos de la basura. ¿Pensaba acaso que lo bueno es cuadrado y lo malo y sucio redondo? Protesto (un poco).

1 comentario:

  1. Recuerda.. que la linea recta es la del hombre y la curva la divina.. despues dicen que los alemanes son cuadrados pero hay alumnos aventajados.. jajajajaja

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