martes, 9 de diciembre de 2008

Contrastes

Todo comienza con un anuncio en la calle, en el cual se intenta lanzar un producto jugando con el contraste de dos personajes clásicos: el Dr. Jekyll, científico victoriano modélico y Mr. Hyde, su lado oscuro de violencia y pasión. Sin embargo, como me ha señalado un amigo, en el anuncio si pensamos que la versión con más cafeína debería ser la más violenta y oscura, parece que los nombres están al revés, y que la versión diurna es la que se debería llamar Dr. Jekyll... y es que el nombre que suena más oscuro es precisamente al revés: algo se pierde en la traducción, ya que intuyo que Hyde es un juego de palabras con "hide", oculto.

pero en pocos días me he encontrado con otros contrastes, como por ejemplo la juxtaposición de un almacén de cemento, gris, sucio, con el aparcamiento de las oficinas de una de las mayores empresas de lujo del mundo. Probablemente no están muy orgullosos de tener sus oficinas por ahí, pero tienen que marcar el aparcamiento como suyo...

Pero aproximadamente 100 metros más adelante está este callejón con otro contraste: una de las mejores vistas de los rascacielos más altos de Madrid, desde uno de los (¿pocos?) callejones de Madrid que desde lejos ya dicen... quizá por aquí es mejor no pasar. De hecho, cada vez que voy por allí me ofrecen un taxi y me señalan el camino recomendado hasta la estación del metro. Desafortunadamente, no era una buena hora para hacer la foto...

1 comentario:

  1. Muchas veces los contrastes nos sirven para apreciar las diferencias. Los ejemplos son innumerables: luz y oscuridad, frío y calor, placer y dolor. Existen múltiples obras filosóficas, religiosas y artísticas sobre el particular. Incluso podríamos pensar que el contraste es la base de los gradientes, fundamentales para la Termodinámica. Un Universo uniforme es un Universo acabado.

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