miércoles, 18 de noviembre de 2009

Calling around the world: fotografía, amor y compromiso en Seúl

Lo primero que noté en mi visita a la Torre N de Seoul es que en la zona hay muchos aficionados a la fotografía (o el cine), como ésta:

Y es una afición grande, porque aguantar así el gélido invierno de Seoul tiene mucho mérito, sobre todo quieto y expuesto al frío...

Por lo cual merece la pena continuar subiendo los escalone que llevan a la torre lo más rápido posible, sobre todo si no llevas guantes. Una vez llegado a la torre en el interior hay varias paredes como ésta, que es como un recuerdo de la página de un millón de pixels pero en vez de publicidad son muestras de amor, y probablemente existe desde mucho antes.

Saliendo de la torre otra vez al frío, de repente se da uno cuenta que probablemente cuando pasan de la pasión del amor al compromiso eterno hace falta alto más significativo, y entonces los coreanos (y supongo que turistas también) van al exterior de un mirador que hay abajo y lo expresan poniendo un candado con el nombre de los comprometidos en la valla del exterior


Eso sí, desde hace mucho tiempo, porque prácticamente ¡ya no queda sitio el la valla para nadie! (y esto es aproxiamadamente un cuarto de toda la valla que había, pero había poca luz para sacar más).

No me queda claro cómo de eterno es un compromiso sellado por un candado del que se destruye la llave, pero desde luego ahí tiene pinta de que dura más que el mantenimiento de renovación de la valla... Hablando con los coreanos, parece que hay un 30% de budistas, 30% de cristianos y otro tercio de nada de nada... ¿quiénes serán los que pongan aquí los candados?

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