lunes, 11 de enero de 2010

La familia Propeller Heads

A pesar de que corrían el riesgo de que se les oxidasen las articulaciones de los pies, la familia Propeller Heads insistió en llevar a su último hijo a tocar el agua.

Después de una imprevista tormenta, todavía están esperando que otro robot caritativo les traiga el aceite desoxidante. Es lo que pasa al alejarse de los caminos que siguen los robots y acercarse a la vida peligrosa.

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