Héroes...

Es bien conocido el poema de Calderón de la Barca, sobre cómo siempre hay alguien en peor situación que tú... Pero en este caso me ha dado por verlo al revés.
Justo cuando el otro día veía yo lo difícil que es que caiga una semilla en medio de una pared de roca, y crezca y se alimente hasta crear una planta, resistiendo heroicamente el viento, el frío y la sequía, y aquí está, tan contenta.

 

Me vuelvo a mirar para arriba y veo que ha habido otra heroína que ha conseguido hacerlo ¡boca abajo!

 

¿Cómo habrá conseguido que la semilla suba hasta el techo? Volando, no puede ser de otra manera... bueno, quizá algún caritativo insecto de seis patas se haya paseado por ahí y haya dejado la semilla, y el viento habrá traído la tierra... y el agua habrá goteado entre las grietas.

Pues de la misma manera, siempre que piensas que estás haciendo algo, debes suponer que alguien ha hecho lo mismo más grande, mejor o más rápido. Y si no es así, has de tener por seguro que si tu obra merece la pena, tarde o temprano alguien la superará. No es exactamente la ley de la evolución, que dice que los más adaptados sobrevivirán, sino la ley de la humanidad: una vez alcanzada una meta, es necesario pensar en la siguiente.