domingo, 11 de noviembre de 2007

Por la liberación de los peluches...

Poco sabía el osito gigante Bear Parks que su audaz maniobra de sentarse en un asiento reservado para humanos sería el principio de un movimiento civil masivo para reivindicar un tratamiento digno para los peluches, análogo al que 52 años antes Martin Luther King inició para protestar contra la segregación racial en Estados Unidos.

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