lunes, 27 de abril de 2009

Últimas tendencias en la enseñanza de gestión

Tras constatar que el uso de la ordalía no es el mejor método de negociación para el entorno profesional, en mi compañía han decidido mejorar la formación de gestión de sus directivos y mandos intermedios (que en otros sitios más estirados se llama management)

Así, han hecho acopio de material educativo y lo han puesto a disposición de los empleados convocados a sesiones de formación tras la comida denominadas Café Avanzado de Repetición de Técnicas para el Aprovechamiento del Sistema (CARTAS).



En el primer nivel, el objetivo de los alumnos es intentar anticipar las intenciones de los demás a partir de sus actos, de una manera lo más impersonal posible. Para ello se utiliza el juego del dominó, un juego en el que la palabras de los jugadores tienen poca significación, la única comunicación entre los miembros de un equipo es precisamente a base de silencio y los jugadores deben estar en todo momento estimando qué bazas tienen los demás jugadores en sus manos y cuáles son sus estrategias (incluidos sus compañeros).

De este modo se trabajan las técnicas de preparación del trabajo en equipo para tener estrategias comunes sin necesidad de comunicación explícita, y practica la estrategia y la negociación en su estado más puro, en los que se está permanentemente haciendo un cálculo mental simultáneo de la posición (las fichas que tiene) del adversario y su estrategia. La principal dificultad es que el flujo de información es único, y la hipótesis de la estrategia que se atribuye al adversario influye en el cálculo que podemos hacer de su posición.

Esta es la negociación que enseñan en la parte del mundo donde todos intentan seguir las reglas más establecidas del buen juego y los más altos estándares de la moral, en las que es posible ocultar información pero no hay apenas posibilidad de suministrar información falsa o engañosa. A pesar de que otros opinan lo contrario, los autores de uno de los libros de referencia en negociación dicen que esas negociaciones existen.

Una vez los alumnos han empezado a dominar este juego se les gradúa a la parte real del mundo: el Mus. En esta parte a todas las enseñanzas anteriores (estrategia, negociación, cálculo de la posición y estrategia del adversario) se añade la componente humana, la comunicación y el engaño.

Y es que el mus es un juego fundamentalmente hablado, en el que la manera de decir las cosas es fundamental y en todo momento hay que estar escuchando lo que dice el adversario y cómo lo dice; y además hay que estarle mirando continuamente para ver lo que están señalizándose entre sí.

Además de ser fundamentalmente hablado, otra componente fundamental del juego es el engaño: el juego recompensa a quien consigue hacer creer al adversario que su jugada es peor, de manera que no sólo importa la jugada que se tenga, sino la que el adversario se crea que tenga.

Hay dos grandes conceptos del mus que es fundamental que los alumnos aprendan:
  • Farol (5): Aunque no es exclusivo del mus, el farol es una de las principales lecciones de los alumnos del programa CARTAS, en el cual un jugador hace una apuesta en la que sólo puede tener éxito si el adversario se atemoriza, ya que el apostante tiene unas posibilidades escasas de ganar basado en su posición en el juego. En la empresa, es indispensable saber acertar si un colega de otro departamento que dice que puede escalar un tema hasta el director podrá hacerlo... Por cierto, no se debe confundir esto con el juego del Bar "El Farol", que aunque también está basado en la teoría de juegos y en la cultura hispana, tiene otra temática totalmente diferente al mus.
  • Órdago: El gran paradigma del mus: la apuesta final, "a por todas". Se apuesta todo para mostrar la seguridad que tiene uno de su posición en el juego. Obviamente detrás de todo esto está la posibilidad de combinarlo con un Farol, ya que por mucho que en un órdago se apueste todo, siempre se puede intentar engañar al contrario y apostar desde una posición débil. Cuando uno le lanza un órdago a su jefe poniendo su trabajo en juego es fundamental saber valorar si es posible hacerlo sin tener un trabajo alternativo o si el jefe puede ser impresionable por el desafío que supone un órdago...

2 comentarios:

  1. Bueno, yo habrúa usado "ingenuo" en lugar de "blanco", dado que si la referencia es el ajedrez, los dos bandos son simétricos, aunque el "blanco" tiene una ventaja por empezar, pero se sortea al principio y las partidas se alternan. Si la referencia es el comportamiento moral o geopolítco de Occidente, creo que asociarlo a veraz, recto y escrupuloso, peca de ingenuo ;-).

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  2. La referencia era más bien "aséptico" o "celestial" que ingenuo u occidental, pero ya esta cambiado, a ver si se entiende mejor.

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