Nuestro moderno Sísifo se arrepintió en seguida de haber hecho enfadar a los dioses comprando un coche con pintura a prueba de lluvia.
Así que a pesar de que su coche era oficialmente "seco" tenía que estar secándolo todo el rato...
Y cada vez que lo secaba y lavaba, volvía a llover.
(Como no llevaba una gran cámara, la matrícula ha tenido que ser mejorada y empeorada para proteger la identidad del conductor).
No hay comentarios:
Publicar un comentario