Por ejemplo, en las empresas siempre se dice que los mandos intermedios son los que tienen más estrés, porque se ven atrapados entre las presiones de los jefes para conseguir los objetivos y las presiones de los colaboradores (subordinados) que no ven cómo conseguirlos.
Sin embargo en la jungla que es la industria de la restauración estar en medio tiene la potencial ventaja de que cuando las cosas van bien puedes intentar robarle clientes a los restaurantes de más categoría y cuando las cosas van mal puedes intentarle robar clientes a los de menor categoría... que es lo que parece que pasa ahora.
Justo cuando la bolsa parece que ha tocado fondo y los dirigentes animan diciendo que ven esperanza de que ya no puede ir peor, es cuando se empieza a notar más la crisis alrededor, y parece que todos quieren vender menús baratos. Lo primero, en Madrid las marquesinas están llenas de anuncios de una cadena de restaurantes que comienza a atacar por precio a las cadenas de comida rápida.
Lo cual me recuerda que hace muchos años, cuando las hamburguesas se pagaban en pesetas, recuerdo que se produjo una circunstancia similar (¿podría ser la crisis de los 90?), y me suena que un menú de comida rápida estaba en el entorno de los 4-5€, mientras que en el restaurante que solíamos frecuentar durante un tiempo estuvieron por debajo de 6€... A ellos todavía no les ha tocado rebajar las suyas, aunque creo que su estrategia es la de tener precios para todos los presupeustos (claro que si se tiene un presupuesto bajo hay que conformarse con hamburguesas más pequeñas).
Y de todos modos, no tengo muy claro cuántos miran los precios de las hamburguesas... Y también los de comida rápida hacen promociones a 1, 2 y 3€.
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