Pero Jacqueline, que tenía muy buena mano con las plantas despistó a la esfinge llenando su jardín de flores, que volvieron loca a la esfinge, que no hacía más que alimentarse de néctar y olvidó sus tareas destructivas.
Por supuesto, Hera montó en cólera de que su esfinge en lugar de plantear enigmas y destruir su jardín se entretuviera con florecillas, así que maldijo el jardín, reduciéndolo al tamaño de dos jardineras, hasta que a la pobre Jacqueline le quedaron muchos más enanos de jardín que flores.
"Y así estarás hasta que encuentres la pregunta para todas las respuestas"
Y Jaqueline, que volvía de un concierto de U2, le dijo, "¿puede repetir, por favor?"
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