y con todas los lujos japoneses habituales, como los inodoros electrónicos (aunque hay quien piensa que es una conspiración para ahorrar en bidés)
viernes, 20 de noviembre de 2009
Calling around the world: Tokio
Como decía antes, lo malo de lujo es acostumbrarse. Luego llega uno a una habitación en el piso 20 con vistas de Tokio

y con todas los lujos japoneses habituales, como los inodoros electrónicos (aunque hay quien piensa que es una conspiración para ahorrar en bidés)
O un espejo que mágicamente siempre tiene un cuadrado que no se empaña
y claro, se da cuenta que el espacio es el verdadero lujo, y que sólo está reservado para otros hoteles.
Por cierto, que en el hotel insistían en añadir todas las mañanas unos nuevos botecitos de jabón, y el último día el borde de la bañera empezaba a estar un poco masificado, y me recordaba una antigua anécdota que circulaba por internet sobre problemas de jabones en el baño.

y con todas los lujos japoneses habituales, como los inodoros electrónicos (aunque hay quien piensa que es una conspiración para ahorrar en bidés)
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